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Diana Abeledo - CoachEN LA JUNGLA DEL MERCADO LABORAL, EL DIAMANTE ERES TÚ

Identificar nuestro valor como profesional empieza en un descubrimiento de nosotros mismos, debemos parar a pensar que tipo de trabajo queremos llegar a conseguir partiendo de nuestra esencia como personas para alinearnos personal y profesionalmente.
Por lo general, crecemos con la idea de que tenemos que agradar a los demás, gustar, sentirnos aceptados, escuchados, intentando ser incluidos y no rechazados por el grupo, siempre con miedo de ser juzgados y no cumplir las expectativas que los demás esperan de nosotros. Nos han dicho que no hay que ser egoísta y no anteponer nuestros deseos a los de los demás, crecemos con esa idea de pensar siempre en lo de afuera, siempre proyectando hacia el exterior. Pero ¿y qué ocurre contigo? Te has parado a pensar ¿qué te agrada a ti? ¿Qué quieres tú? ¿Qué te gusta y qué no te gusta? ¿Has parada a pensar en ti, en quien eres, que quieres y donde quieres llegar? Claro que debemos pensar en los demás, desde la empatía, compasión y el amor pero sabiendo primero quien eres tú, conociéndote y no apartándote de tu verdadera esencia.
Hemos tapado durante años nuestro verdadero ser con creencias limitantes, miedos, inseguridades por mostrarnos tal y como somos para ser aceptados por los demás y nos hemos olvidado por el camino.
¿Qué ocurre cuando somos adultos y entramos al mercado laboral?
Por lo general cuando entramos al mercado de trabajo es algo así como entrar en una jungla donde hay miles de personas optando a lo mismo que tú, todos quieren lograr algo muy valioso, llegar al diamante escondido (algo parecido a una película de Indiana Jones) y para alcanzarlo, deben luchar, competir, esforzarse, sacrificarse, emplear dinero y tiempo, ese diamante escondido y que todos desean es un empleo, un empleo que al menos esté relacionado con nuestra formación o experiencia debido a que en nuestro país trabajar en algo para lo que nos hemos formado ya en sí lo consideramos un logro.
Esto ocurre porque el mercado laboral parece que también se mueve según las reglas de la Ley de la oferta y la demanda (en mi último post en Linkedin algunas personas argumentan que las empresas no ofrecen salarios dignos acorde al talento que piden porque en los puestos de trabajo impera la ley de la oferta y la demanda) pero yo pregunto, ¿es lógico y humano que el talento y la profesionalidad de una persona se mida por esta ley como si fuéramos mercancía? Por la cantidad de personas que tienen experiencia y formación se podría ver así pero no solo aportamos eso aportamos mucho más, cuando una empresa contrata talento no solo está contratando una experiencia y una formación, está contratando también las habilidades y competencias personales de ese candidato, cada persona puede ofrecer algo diferente por la individualidad que poseemos todos, no todas las personas podemos ofrecer lo mismo cada uno se diferencia por su forma de ser, de ver el mundo, de afrontar las situaciones, de actuar de manera diferente, no se puede generalizar el talento, cuando se ofrece un puesto de trabajo y se contrata a una persona para cubrirlo no solo debemos pensar en los requisitos del puesto sino también en lo que esa persona va a aportar al puesto y a la empresa desde su individualidad.
Cómo te decía al principio, crecemos con la idea de agradar y encajar con lo que los demás esperan de nosotros, cuando entramos en el mercado laboral hacemos lo mismo. Obviamente tenemos que adaptarnos a lo que el mercado laboral o nuestra profesión exige a cuanto formación, si queremos trabajar de veterinario por ejemplo, sabemos qué tenemos que estudiar y que formación posterior debemos adquirir para llegar a lo que queremos hacer. Pero como te decía, siempre nos focalizamos en lo que los demás nos exigen, en este caso cuando estamos buscando un empleo siempre nos adaptamos a lo que las empresas exigen de nosotros,no me refiero a formacion, sino a salario, horario, empresa…, te hago una pregunta ¿Sabes qué quieres tú?, no te pregunto qué profesión o empleo quieres tener (que eso daría para otro artículo), sino ¿en qué tipo de empresa te gustaría trabajar, que horario te gustaría tener, cuanto te gustaría ganar etc.? Decidir con detalles que trabajo quieres.
A veces, la necesidad aprieta y cogemos lo primero que se nos presenta, un trabajo mal remunerado por ejemplo al final es causa de desmotivación, falta de compromiso y abandono del puesto. Quizás es hora también de descubrirte y alinearte profesionalmente con tu esencia, descubrir quién eres y qué quieres es parte del proceso para llegar a trabajar en un lugar donde te sientas alineado contigo mismo, valorado y saber que estas donde quieres estar.
Te propongo para ello reflexionar en lo siguiente:
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Tus valores: reflexiona por un momento cuáles son tus valores, haz una lista y escribe 10 valores que poseas. Tus valores te guían, sin que a veces te des cuenta de ello, trabajar en un sitio donde no está alineado con tus valores también es motivo de descontento e incomodidad. Imagínate que uno de tus valores es la honestidad, trabajas vendiendo un producto que sabes que no es tan efectivo como debes hacer creer, no estas alineado con tus valores, no serás creíble y seguramente no te sientas agusto en tu trabajo
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Establece tu banda salarial: ¿cuánto crees que vale tu experiencia y formación? ¿Cuánto te mereces cobrar por lo que puedes aportar como profesional? A veces cuando nos preguntan en una entrevista en que banda salarial nos movemos, nos quedamos un poco bloqueados sin saber que decir, nos da apuro decirlo, más que nada porque no nos hemos parado a pensar cuánto vale nuestro talento, por lo general no nos damos el valor que merecemos. Establece un mínimo salarial, siéntete merecedor de ello y conoce tu propio valor
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¿En qué empresa quieres trabajar?: hay miles de empresas cada una con sus valores, políticas de personal, identidad etc. Como te decía antes, trabajar en una empresa que este alineado con tus valores es muy importante para alinearte contigo mismo, una vez que identifiques tus valores busca ese tipo de empresas que se asemejen a ti, haz auto candidatura si es necesario. Si por ejemplo uno de tus valores es la familia, una empresa donde no tengan una política de conciliación familiar con sus empleados y tengas unos horarios poco o nada compatibles para pasar tiempo con tu familia, será motivo de descontento y de frustración.
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Identifica tus competencias y habilidades: no solo profesionales, identifica tus fortalezas, habilidades y competencias personales. Si te hicieran esta pregunta en una entrevista ¿Por qué querría yo trabajar contigo? Que contestarías? Cuando identifiques todo lo que puedes ofrecer (te recomiendo que hagas una lista) céntrate en ello, ganaras seguridad y confianza.
Para hacer aflorar el diamante solo hay que pulirlo, sino lo pules tendrás una piedra común, cuando lo pules veras que el diamante no sólo está en la jungla, también está en ti.
Diana Abeledo
